En la política norteamericana, el “padre de la democracia y los derechos humanos”, se practica el populismo de derechas, demócratas y conservadores, tienen matices en política interna, externamente, son en esencia calco y copia de la tradición hegemónica. Para nosotros los latinos, será un poco más de lo mismo, el alineamiento absoluto con sus intereses, so pena de recibir sanciones. Los intelectuales y los medios tienen sus preferencias polarizadas, ambos tienen seguidores de buena o mala fe, las descalificaciones son mutuas, poniendo en vilo a los electores mal informados. A raíz de la calificación en las primarias de Biden y de Trump por sus respectivos partidos, que acaba de suceder, han surgidos los rugidos, es el todo vale.

En esta línea de preferencias, Reed Galeno, acaba de publicar en Project Syndicate, un artículo, “Por qué Trump no puede ganar”. El argumento es que desde que incitó a una insurrección tras su derrota electoral de 2020, no ha moderado ni su retórica ni su comportamiento; por el contrario, ambos se han vuelto más extremos. Si esto deprime, aunque sea marginalmente la participación de los votantes republicanos, Trump se encamina a una gran derrota este noviembre. Los contrarios a Biden, podrán decir lo mismo, con el ingrediente de que el hombre está con síntomas de demencia senil.

Galeno dice, Donald Trump fue el más improbable de los presidentes estadounidenses. Cuando lanzó su campaña en 2016, lo más cerca que había estado de la autoridad ejecutiva fue pretender despedir a los concursantes de un reality show de temática empresarial. Por ridícula que parezca, la imagen de Trump sentado detrás de una enorme mesa de juntas pronunciando su imitable eslogan –“Estás despedido”– convenció a millones de votantes estadounidenses, incluidos muchos que no habían votado previamente, de que era un hombre que sabía cómo hacer las cosas.

Como dije líneas arriba para los latinos, Biden e Trump son la misma versión de sus antecesores, Se dice que “Un estornudo en los EEUU, provoca neumonía en el resto del mundo”. Bueno el estornudo se ha hecho crónico desde la segunda Guerra mundial donde los EEUU, tomaron las riendas del gobierno mundial. Por lo inmediato, sin embargo, es necesario comentar lo que pasará, con el triunfo de Trump. A su decir, la guerra de Ucrania, llegará a su término al día siguiente de su elección como presidente. Es el reconocimiento tácito, de que esta guerra fue provocada por ellos.

La política exterior durante el mandato de Trump fue un tema de gran controversia y debate. A continuación, presento una visión general de algunos aspectos críticos de su enfoque:

o Adoptó un enfoque disruptivo hacia las relaciones internacionales. Renegó de acuerdos multilaterales, como el Acuerdo de París sobre el cambio climático, y se retiró del Acuerdo Nuclear con Irán.

o Su relación con líderes extranjeros fue volátil. Mientras se acercaba a Vladímir Putin y Kim Jong-un, también criticaba a aliados tradicionales como Alemania y el Reino Unido.

o Aplicó aranceles a productos de varios países, especialmente China. Esto generó tensiones comerciales y afectó las relaciones bilaterales.

o Su enfoque proteccionista fue controvertido y tuvo consecuencias económicas.

o Implementó políticas restrictivas de inmigración, como el veto de entrada a ciudadanos de países árabes.

o Describió a Haití y El Salvador como “agujeros de mierda”, lo que generó críticas y tensiones con países latinoamericanos.

o Adoptó una postura dura hacia China, especialmente en temas comerciales y tecnológicos.

o Su relación con Rusia fue ambigua. Aunque se acercó a Putin, también impuso sanciones y expulsó diplomáticos rusos tras el envenenamiento de Serguéi Skripal en el Reino Unido.

o Cuestionó la relevancia de organizaciones como las Naciones Unidas y la OTAN. Abogó por reducir la presencia militar estadounidense en el extranjero.

o Su enfoque de “América primero” priorizaba los intereses nacionales sobre los compromisos globales.

En resumen, la política exterior de Trump fue polémica y marcada por decisiones audaces y a menudo impredecibles. Si regresara a la presidencia, es probable que su enfoque continúe generando debates y tensiones en la comunidad internacional, seguramente hará mucho de lo que ya conocemos. Sin embargo, si sólo puede acabar con la matanza de palestinos y pueda cortarle las alas a la Comunidad Europea que viene desafiando a Rusia gracias al apoyo de los EEUU, ya sería una gran cosa. Una distensión con Rusia y China es lo mejor que le puede pasar al mundo, ahora puesto en vilo, por la amenaza de una guerra nuclear.