1. Introducción

La cultura de la cancelación (en adelante CC) es, a grandes rasgos, una forma de justicia simbólica que apunta a desprestigiar o, de ahí su nombre, «cancelar» a individuos o instituciones que han «decepcionado» los cánones morales que, supuestamente, imperan en la sociedad. Esto se encuentra como referente popular en la tristemente célebre película «Manganz»… saludos a nuestros oyentes ochenteros. Más allá del folklore que la película trajera consigo, la frase «con una piedra de ese tamaño es solo cuestión de suerte» se ha repetido hasta el cansancio como parte de nuestro argot popular en referencia al hecho de que podrías cancelar a alguien para siempre con un acto puntual.

En la actualidad, vivimos en tiempos de polarización política, de visibilización de diferentes minorías que vienen ganando audiencia a través de la concreción de espacios abiertamente detractores de «lo otro» que atentan contra el consenso de coexistencia que garantiza naciones democráticas. Ello ha conllevado a una sobre-publicización y, por ende, sobre-representación de estos fenómenos en los grandes medios de comunicación y redes sociales, y su multiplicación por parte de consumidores de contenido en esas plataformas que, en los hechos, pasan a ser los productores de la nueva «agenda pública» conforme pierden liderazgo y relevancia los canales que tradicionalmente ejercieron dicho control.

Podemos asumir que este fenómeno se da en términos pedagógicos en el marco de la llamada «sociedad del conocimiento», es decir que, si a partir de una situación determinada se evidencia la imposibilidad de la víctima de ejecutar acciones a favor de sus derechos, esta situación tiende a cancelar culturalmente el significado de los mismos. Si este fenómeno existe, sería el origen de lo que se ha denominado, tal como hago yo para mi proyecto en el Programa Nacional de Desarrollo Tecnológico e Innovación – PROINNÓVATE, como fenómenos de cancelación cultural. En el Perú, actualmente gobernando por una coalición de partidos conservadores en el parlamento.

La cultura de la cancelación también ha generado debates acalorados sobre los límites de la libertad de expresión y los derechos individuales. Por un lado, hay quienes argumentan que la cancelación es necesaria para proteger a las minorías y denunciar comportamientos discriminatorios o dañinos. Por otro lado, están aquellos que consideran que la cancelación es una forma de censura y una amenaza a la diversidad de opiniones. Además, la cultura de la cancelación ha tenido un impacto en la forma en que las personas se relacionan entre sí en el país. Se ha vuelto común ver cómo las personas temen expresar sus opiniones sinceras por miedo a ser canceladas o etiquetadas como «políticamente incorrectas». Esto ha llevado a la autorestricción y a la conformidad con las opiniones populares, lo que puede limitar el intercambio de ideas y el debate saludable.

Es fundamental seguir reflexionando y debatiendo sobre este tema, buscando un equilibrio entre la protección de los derechos individuales y el respeto a los demás. Es necesario promover el dialogo para que la población entienda discuta y reflexione sobre las implicaciones de la cultura de la cancelación en la sociedad actual. La apertura al diálogo permitirá un mayor entendimiento y tolerancia entre individuos con opiniones divergentes. Además, es crucial fomentar la educación en valores de respeto y empatía para prevenir conflictos futuros.

La cancelación de personas o ideas no debe ser la única respuesta ante diferencias de pensamiento, sino que se debe fomentar el debate constructivo y la búsqueda de soluciones en conjunto, Eso es democrático y esta previsto en la constitución y leyes respectivas. Si dejamos el problema crecer y no desarrollamos recursos para impedirlo, podemos revivir el pasado fujimorista. Actualmente el gobierno de Boluarte, prácticamente ha abdicado del gobierno y dejado las decisiones importantes, así como, la asignación de recursos al parlamento, que se torna dictatorial.

2.  Contextualización del Fenómeno de la Cancelación en Perú

La “cultura de la cancelación” es un fenómeno complejo y multifacético que se ha vuelto más prominente en la era de las redes sociales y la comunicación digital. Aunque no existe una fórmula única para su funcionamiento, hay ciertas condiciones y factores que pueden contribuir a su desarrollo:

  • La polarización política y social crea divisiones profundas entre grupos con diferentes puntos de vista. Cuando estas divisiones se intensifican, se vuelve más fácil etiquetar y “cancelar” a aquellos que no comparten nuestras opiniones.
  • Las redes sociales amplifican esta polarización al crear burbujas de información donde las personas interactúan principalmente con quienes piensan de manera similar.
  • Las redes sociales permiten que las ideas y los eventos se propaguen rápidamente. Un comentario o acción controvertida puede volverse viral en cuestión de horas.
  • La visibilidad masiva puede llevar a la presión social para “cancelar” a alguien, especialmente si su comportamiento se considera inaceptable o perjudicial.
  • Las normas sociales y culturales evolucionan con el tiempo. Lo que antes se consideraba aceptable puede volverse inaceptable en un contexto diferente.
  • La sensibilidad hacia temas como el racismo, el sexismo, la homofobia y otros prejuicios ha aumentado, lo que puede llevar a una mayor disposición para “cancelar” a quienes perpetúan estos comportamientos.
  • Las personas a menudo se sienten más seguras al unirse a una mayoría o seguir la opinión popular. Cuando un individuo es señalado como problemático, otros pueden unirse a la condena para evitar ser excluidos o criticados.
  • En las redes sociales, los mensajes se descontextualizan fácilmente. Un comentario malinterpretado o sacado de contexto puede llevar a una reacción exagerada.
  • La falta de empatía hacia las experiencias y perspectivas de los demás también puede contribuir a la cultura de la cancelación.
  • En lugar de debatir o dialogar, a menudo se prefiere “cancelar” a alguien. Esto evita la oportunidad de aprender, crecer y comprender diferentes puntos de vista.

En resumen, la cultura de la cancelación surge de una combinación de factores sociales, tecnológicos y psicológicos. Su funcionamiento varía según el contexto y las personas involucradas. En el Perú se han exacerbado las posiciones políticas porque hay un gobierno deslegitimado por su acceso al poder, por las acciones que realiza en contra de los intereses de la población y por alto rechazo de la ciudadanía en torno al 90% de la población.   

La cancelación, como fenómeno social y político en el Perú es la práctica de boicotear o eliminar a personas, personalidades u organizaciones que han expresado opiniones o realizado acciones consideradas moralmente cuestionables o socialmente inaceptables. Este fenómeno se ha vuelto cada vez más prominente en el país, especialmente en el ámbito de la política y los medios de comunicación. La cancelación se ha convertido en una herramienta para limitar la libertad de expresión y silenciar a aquellos que no se ajustan a las normas y exigencias establecidas por ciertos grupos de poder

Se elige cancelar, o marginar, a aquellos que no se ajusten a un determinado patrón de pensamiento o de conducta: aquellos que tienen opiniones políticas inadecuadas o comportamientos que no se alinean con las últimas tendencias progresistas. Así, cancelar sería algo así como el verbo que puede describir a aquello que Hegel equiparaba con el ser para el espíritu: el acto de suprimir algo bajo la forma de «en sí» y «para sí» (este ser para el espíritu en cada individuo), o por decirlo de otro modo: considerar una cosa, persona, idea, etc., «lo suficientemente adecuado a mi interés, o a mi moral» hasta no reconocerlo, en sí mismo y por el resto, y suprimirlo bajo la supuesta hegemonía moral o ideológica.

La «cultura de la cancelación», aparece originalmente en el sentido que le damos hoy en sitios web de entretenimiento como un llamado a eliminar o boicotear a una celebridad por sus acciones o comportamientos que el colectivo (seguidores o público en general) encuentre intolerable. El término (además) se ha democratizado y expandido en su uso para referirse a una tendencia amplia en la sociedad, o en una subcultura en particular, donde la búsqueda del desarrollo moral de los actos y aquellos se revierte en una lógica similar a las viejas cruzadas católicas, como dice Terry Eagleton: juzgar, castigar y hacer desaparecer a la otra persona en pro de sus intereses ideológicos.

3. Antecedentes Históricos de la Cancelación

A pesar de las buenas intenciones, sugiere que las actividades de las comunidades de autodefensa podrían ser contraproducentes, socavando el desarrollo y debilitando la autoridad legal. De esta forma, denuncia una percepción inadecuada entre comunidades en estados fracasados, al creer que las formas locales de gobernanza, los Consejos de Batalla de Victoria en diferentes ciudades, se disponen a proveerles su seguridad personal.

Esto demuestra que bajo circunstancias fracasadas, las lealtades de un individuo son fragmentarias y contestadas, y como consecuencia, la violencia siempre será intrínseca al ambiente, con lo que presuntamente aquello sería defendible. Entre marzo y noviembre de 1988, durante el primer gobierno del presidente pro-mercado Alan García, al señor Víctor Raúl Anchante Álvarez se le prohibió que iniciara actividades académicas en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo en la ciudad de Huaraz, Ancash.

Diversos antecedentes históricos de la cancelación en el Perú se remontan a hechos de violencia política acontecidos, principalmente, en la década de los 80. En un inicio, dirigidos a voces discordantes de la política oficial debido a la presencia y actividad de grupos subversivos, declararon la zozobra y el asesinato, obligando al silencio a periodistas, artistas, políticos y a voces críticas. Paralelamente, surgieron actos propios de bandas armadas promocionadas como comités de autodefensa terrorista en muchas provincias andinas y amazónicas del país, cometiendo juicios sumarios (trías) y actos de violencia, promoviendo el juego limpio (chcanakuy) en el marco de secreciones de rasgos políticos-económicos-ideológicos de personas ajenas.

4. Definición y Características de la Cultura de la Cancelación

La cultura de la cancelación se refiere a la tendencia latente dentro de las sociedades, que en el discurso público o privado, léase en cualquier ámbito de interacción social, tiende a excluir, castigar, esconder o simplemente negar las ideas en algún momento contradictorias o incómodas con la realidad social o consensual. Las redes sociales ofrecen el amplio espectro que muchas veces permite la disensión, a pesar de que en no pocos casos aceleran las reacciones en torno a los «ofendidos», siendo celebres los linchamientos y bajas sociales. Son aplicables en discursos de odio, xenofobia, homofobia, racismo, hostigamiento sexual y corrección política.

En la cultura de la cancelación, los «canceladores» y «canceladoras» pretenden colocarse en una posición de control y moralmente superior, que legisle sobre lo que se debe o no pensar, decir y, en algunos casos, sentir. Entre los rasgos de la cancelación se han aceptado ser especialmente parroquiales y particularistas, teniendo en cuenta que en muchos casos se ha basado en errores que se aparecen en dimensiones accidentales o contingentes.

La moralización y sentimentalización son otros dos de los rasgos de la cultura de la cancelación. Al final, podríamos mencionar que un cesarismo del pensamiento, que posee el cancelador, es delegado y apropiado en ellos, una actividad muy preocupante en democracias liberales y pluralistas. A contracorriente de lo pensado por los propios moralistas actuales, la cancelación posee un efecto contraproducente, dado que se vulcaniza a proyectos políticos y a ciertas figuras.

5. Manifestaciones de la Cultura de la Cancelación en el Perú

En el ámbito político peruano, la cultura de la cancelación ha generado una serie de controversias y divisiones entre los diferentes partidos y líderes políticos, lo cual ha dado lugar a un clima de tensión y confrontación constante. Esta tendencia se caracteriza por la práctica de boicotear y desacreditar públicamente a aquellos individuos o grupos cuyas opiniones o acciones no coinciden con las tendencias dominantes o consideradas socialmente aceptables.

La cancelación política se ha convertido en una herramienta comúnmente utilizada para silenciar a aquellos que desafían las normas establecidas o expresan puntos de vista contrarios a la corriente principal. A menudo, esto se manifiesta en la formación de campañas de desprestigio, boicots y presiones para que los involucrados sean excluidos o despedidos de sus cargos. Esta cultura de la cancelación no solo ha afectado a los partidos políticos y sus líderes, sino que también ha permeado en otros sectores de la sociedad peruana, como los medios de comunicación, las instituciones educativas y las redes sociales. La polarización y la confrontación se han convertido en la norma, y la capacidad de tener un debate abierto y respetuoso se ha visto seriamente comprometida.

A medida que la cultura de la cancelación continúa extendiéndose en el ámbito político peruano, es imperativo reflexionar sobre los efectos negativos que esto está teniendo en la democracia y en la calidad del debate público. En lugar de fomentar la diversidad de opiniones y promover un diálogo constructivo, esta tendencia está generando divisiones profundas y la creación de «burbujas» ideológicas en las que las personas solo interactúan con aquellos que comparten sus puntos de vista.

Para lograr una sociedad más inclusiva y respetuosa, es fundamental promover el respeto a la libertad de expresión y al derecho de tener opiniones divergentes. Además, es necesario fomentar una cultura de debate abierta y constructiva, en la que se valoren las diferentes perspectivas y se busquen puntos de encuentro en lugar de ahondar en las diferencias. Algunos ejemplos de la cultura de la cancelación en contra del presidente Dina Boluarte son:

  • Dina Boluarte ha enfrentado censuras y mociones de censura en el Congreso. A diferencia de su predecesor, Pedro Castillo, quien tuvo cuatro ministros censurados en un año, Boluarte ha enfrentado menos censuras
  • Uno de los casos más destacados fue el del ministro del Interior, Vicente Romero, quien ha sido fuertemente cuestionado por la falta de resultados en la lucha contra la inseguridad ciudadana y su papel en la represión policial durante las protestas.
  • El Gobierno de Boluarte ha enfrentado un “alto nivel de desaprobación” debido a las muertes ocurridas durante las protestas. Esto ha generado críticas y cuestionamientos sobre su gestión.
  • A pesar de su baja aprobación (por debajo del 10% en gran parte de su mandato), Boluarte se ha sostenido en dos columnas: las Fuerzas Armadas y las bancadas con mayoría en el Congreso. Su supervivencia política ha sido puesta a prueba en medio de diversas crisis.
  • Boluarte está siendo investigada por un delito de presunto enriquecimiento ilícito en agravio del Estado debido a la posesión de varios relojes de lujo que ha lucido en sus intervenciones. La Policía y la Fiscalía registraron el Palacio de Gobierno y la residencia personal de la mandataria en busca de pruebas.
  • Tres mociones de vacancia se presentaron contra la presidenta Dina Boluarte, todas por “permanente incapacidad moral”. Las mociones señalan la desactivación de un equipo de gobierno y actos de corrupción.

En el breve período en que Dina Boluarte ha estado en el poder, ha habido controversias y acciones que podrían considerarse parte de la “cultura de la cancelación”. En respuesta Boluarte a su vez, para mantenerse en el poder y contentar a sus aliados, contrataca y practica cultura de cancelación.  Aquí mecanismos utilizados:

  • La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha interpuesto una demanda competencial ante el Tribunal Constitucional contra el Poder Judicial y la Fiscalía. Los acusa de un supuesto “menoscabo en el ejercicio de sus funciones y competencias” debido a una presunta injerencia en su mandato.
  • el boicot a políticos con opiniones controversiales – la exclusión de figuras públicas por «comportamientos inapropiados»
  • La eliminación del proceso electoral a candidatos con posibilidades de lección
  • Las sanciones abusivas en el parlamento a personas disidentes
  • La persecución a políticos disidentes con falsas acusaciones
  • La censura a discursos que puedan resultar ofensivos
  • La eliminación de referencias contra genocidas en el museo de la memoria
  • la premiación presupuestal a personas e instituciones responsables de la represión ciudadana
  • El blindaje político y judicial a personas responsables de la represión
  • Discriminación laboral a personas de las provincias y la sierra peruana (Giunta, 2023), (Gozalo Bohl)

6. Cultura de la cancelación en América Latina

En América Latina, el fenómeno de la cancelación ha sido motivo de preocupación en los últimos años. Un caso notable es el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua. Recientemente, 94 disidentes, incluyendo a la escritora Gioconda Belli y al obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, fueron acusados de “traición a la patria” y perdieron “sus derechos ciudadanos de forma perpetua”.

 Las autoridades nicaragüenses les despojaron de la nacionalidad y confiscaron sus bienes en el país. Además, 222 opositores que estaban en prisión también fueron declarados apátridas y deportados a Estados Unidos. Este tipo de acciones autoritarias han generado reacciones diversas en la región, desde el silencio de algunos gobiernos hasta la condena frontal de otros2. Es importante seguir vigilantes ante cualquier vulneración de los derechos humanos y la democracia en nuestra región

En el breve período de tiempo en que Javier Milei ha estado en el poder, ha tomado medidas audaces que han generado controversia y han afectado a diversos sectores. Aquí tienes algunos ejemplos notables:

  • El Gobierno de Milei anunció la suspensión de la pauta oficial a los medios de comunicación por un período de un año. Esta medida fue tomada como parte de su promesa de aligerar el Estado y disminuir el gasto público.
  • Milei propuso un plan de dolarización endógena de la economía argentina. Durante una jornada organizada por el Instituto Argentina de Ejecutivos de Finanzas, mencionó que el protagonista de la serie “El Zorro” era un anarcocapitalista fabuloso, y bromeó diciendo que ya tenía “match point” a Pedrito (en referencia al presidente español Pedro Sánchez) a pesar de las críticas mediáticas.
  • Poco después de asumir, Milei suspendió las obras públicas, no renovó los contratos estatales, redujo los ministerios a la mitad y liberó los precios y los contratos de alquileres. Estas acciones tuvieron un impacto significativo en la economía y la sociedad.
  • : El Gobierno de Milei cerró definitivamente el Instituto contra la Discriminación y otros organismos públicos que consideraba inútiles y que solo servían para «pagar favores políticos». BBCNEWS (2023)”

7. Impacto en la Libertad de Expresión y el Debate Público

Vivimos en una sociedad que histórica y culturalmente ha generado estereotipos raciales, discriminación, racismo y exclusión con respecto a los peruanos y las oportunidades que cada uno tiene para llegar a convertirse en una persona de valor. Si sumamos a ello, las redes sociales y los detractores, vemos que la única forma de que alguien destaque para llamar la atención y ser idolatrado, son aquellas personas que más allá de cualquier otro mérito social o profesional, requieren mostrar una relación emocional, de desamor, de salvación, de baja autoestima, de peor estado, donde siempre una canción, una cita o una reflexión sobre la vida aparece.

En este sentido, la personalidad no ha hablado, sino esas costumbres y estos comportamientos que, aunque no nos gusten, terminamos aceptando. Allí aparece como una oportunidad donde la falta de un criterio objetivo y sensato, junto con un todo vale, aparecen como la forma en que se juzga hasta que ese Telenoticias sea sensacional, que resulte ser falso y/o noticia o verdad quizá somos más banales de lo que creemos, donde parece haber una relación moral clave, a través de estúpidos y dolorosos comentarios a través del gesto o la conciencia, pero la costumbre de preferir construir personalidades vacías y frágiles, antes de personas de valor, está en la base misma para aceptar y tolerar los tres anteriores puntos.

El cinismo no nos protege, aparte de las fracturas de la sociedad y la cultura que generamos, esta forma de vivir simplemente nos hace miserables. Me parece que estamos cayendo en la exacerbación de la cultura moderna donde la libertad significa un estado autónomo de cada persona, sin referirse a nadie ni a nada, sin poder amar a otros, simplemente vivir como un esclavo en un país libre. Con la lógica de la cancelación podemos deshacernos de los supuestos correctos o hacer lo que sea, pensando que el comentario no hace ningún daño a nadie.

 Sectores de la población costeña y limeña se han omitido participar de las movilizaciones populares y muchos han justificado la acción de las fuerzas represivas, en atención a la propaganda gubernamental, perpetuando así la censura y limitando la diversidad de opiniones en el país para justificar la represión. Este fenómeno refleja un debilitamiento de la libertad de expresión y una limitación del debate público en el país. Buen parte de la población omite expresarse por miedo a la represión, lo cual resulta sumamente preocupante para la democracia y la sociedad en su conjunto.

Es crucial destacar que la participación de estos sectores es fundamental para lograr una representación inclusiva y equitativa en el ámbito político y social. Por ende, es imperativo promover espacios seguros y propicios donde todos los individuos puedan expresar sus opiniones sin temor a represalias. En este sentido, es vital fomentar la educación cívica y los derechos humanos desde temprana edad, para fortalecer el entendimiento de la importancia de la participación ciudadana y la diversidad de voces en la construcción de una sociedad justa y equitativa.

Además, es necesario impulsar iniciativas que promuevan la pluralidad de ideas y garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a los medios de comunicación y a la información de manera equitativa. De esta forma, se podrá romper con la barrera del miedo que limita la expresión de ciertos grupos de la población. Esto permitirá una mayor diversidad de opiniones y un debate más enriquecedor dentro de la sociedad. Asimismo, es preciso generar espacios de diálogo y debate que fomenten la escucha activa y el respeto por las diferentes posturas. Es a través del intercambio de ideas y la confrontación constructiva de argumentos que se pueden encontrar soluciones inclusivas y beneficiosas para toda la sociedad. (Espinoza et al., 2021, )(Cobos, 2021)

8. Cuestiones Éticas y Morales en la Cultura de la Cancelación

Las cuestiones éticas y la moral en la cultura de la cancelación pueden ser muy complejas y delicadas. Se manifiestan, por ejemplo, en la forma en que se juzga y condena a una persona por sus acciones pasadas, sin tener en cuenta su evolución o arrepentimiento. Se manifiestan en la falta de empatía y la rapidez para señalar y condenar sin permitir espacio para la reflexión y el perdón. También se relacionan con la responsabilidad de promover un ambiente de respeto y tolerancia en lugar de fomentar la división y el odio.

En este sentido, es fundamental reflexionar sobre el impacto que tiene la cultura de la cancelación en la sociedad y en la libertad de expresión en diferentes formas como la responsabilidad moral y la libertad de expresión. Muchas veces involucran debates sobre la libertad de expresión y el respeto a la diversidad de opiniones. Es importante reflexionar sobre cómo abordar estos temas de manera ética y respetuosa.

Lo interesante acerca de la cultura de cancelación no es su nueva modalidad progresiva, sino más bien el resurgimiento de un antiguo tipo de justicia por mano propia en una dimensión desproporcionada censuradora. La cuestión por el racismo, el machismo, el clasismo y toda forma de discriminación no es un asunto sólo de difícil solución, sino es sobre todo signo de un problema moral serio. Episodios como el de George Floyd, Lucía Vivar, Luis Espinoza, Barreda, entre otros, son muestra de toda forma de abuso para con el otro. Una cuestión ética apremiante, acaso.

Sin embargo, la cuestión moral va mucho más allá de una mera aritmética de intenciones. La intención moral no le compete al organizador del evento pig gate (al caso del primer ministro británico, David Cameron, sobe acusación de haber realizado un acto obsceno con un cerdo muerto mientras estudiaba en la Universidad de Oxford), ni a la historiadora peruana, ni al pintor español. La cancelación, como vemos, no ha sido muy justa. No bastan los buenos fines. Deben existir también el pensar y el actuar del sujeto moral, la tibieza de su corazón. Aquí yace la importancia del discurso como base para racionalizar el propio obrar, para deliberar. La marginación dejará siempre insatisfecha.

Desarrollar sus teorías y conocimientos científicos es fundamental para el progreso de la humanidad. Esto se debe a  que,  a través de la investigación y el estudio, se pueden descubrir nuevas ideas y avances que beneficien a la sociedad en su conjunto. Además, es importante destacar que el desarrollo científico y tecnológico también implica un crecimiento económico, ya que fomenta la innovación y la creación de empleos. Otro argumento empleado en favor de esta práctica es la preservación, protección y salvaguarda de la libertad de expresión.

La libertad de expresión es un derecho fundamental que permite a los individuos expresar sus ideas, opiniones y pensamientos sin temor a represalias. Esta libertad es esencial para la democracia y el pluralismo de ideas. Sin embargo, con relación a estos dos aspectos, nos debemos cuestionar si el criterio de la verdad o los derechos fundamentales, como el de la libre expresión, justifican éticamente que alguien viole la moralidad de las relaciones humanas por conceptos que exceden a los valores del otro poderosamente. Es decir, ¿es aceptable que alguien utilice su conocimiento científico o su libertad de expresión para dañar o perjudicar a otros de manera significativa? En este sentido, es fundamental considerar el impacto que estas acciones pueden tener en la sociedad y en la convivencia ciudadana.

La ética juega un papel clave en esta discusión, ya que nos ayuda a reflexionar sobre las consecuencias de nuestras acciones. Si bien es importante promover el desarrollo científico y asegurar la libertad de expresión, también debemos ser conscientes de los límites y responsabilidades que conllevan. En última instancia, el objetivo debe ser utilizar estos recursos de manera responsable y respetuosa, buscando siempre el beneficio común y evitando causar daño innecesario. (Alfaro Valle, 2021) y (Valle, 2020)

9. El Papel de las Redes Sociales en la Cancelación

Las redes sociales constituyen el escenario para el «espectáculo de la intimidad», un espacio privatizado donde se exhiben los pormenores que hacen a la vida de un individuo; los fans van desentrañando facetas y secretos del personaje que devienen en una fascinación colectiva, conocido como magnetización por el autor.

Las redes sociales representan esa franja de la vida social mediatizada a través de diferentes plataformas (sites, fotos, actualizaciones de estado, entre otras) y experimentan también la renovación de los círculos sociales debido a la expansión de los amigos virtuales que posteriormente se convierte en una movilización de energía para los colectivos y, específicamente en el ciberespacio, concurre una serie de actores que promueven la cancelación.

Por otra parte, las redes se constituyen, presentan, narran, comparten, velan por el orden, movilizan energías, activan a los públicos, discuten, proyectan y filtran. Haciendo uso de estas posibilidades, las circulaciones de los mensajes son en permanente agitación a partir de las orientaciones y los bífidos desplazamientos que proponen quiebres y bifurcaciones en la circulación.

Para efectos de establecer el diálogo fácilmente, es pertinente recordar que las redes sociales no solo representan un canal de expansión de grupos que promueven la cancelación, sino además constituyen un entorno propicio para concretar la cancelación. En tal sentido, Casetti señala que la llamada revolución de las comunicaciones digitales es el resultado del auge de la dimensión de las redes. Según Baym, de esta forma, en la actualidad las redes sociales transforman ciertos principios fundamentales que guiaban tradicionalmente la formación de sociedades y relaciones humanas, entre ellos el tamaño del círculo social. Estas nociones que giran en torno de la naturaleza de las redes sociales y, con ellas, la dinámica de sus interacciones, resultan de suma importancia para el desarrollo de la propuesta.

Pero también, las redes sociales en manos de usuarios fundamentalistas y de derecha radical pueden contribuir a la propagación de discursos de odio y la cancelación de personas que no comparten sus ideologías. Esto puede generar un ambiente de intolerancia y división en la sociedad peruana. algunos ejemplos son:

  • Ataques en línea a personas que expresan opiniones polémicas – campañas de boicot a empresas o figuras públicas
  • Linchamientos virtuales en redes sociales – difusión de información falsa para desprestigiar a alguien
  • Fake news sobre hechos que abonan la cultura de la cancelación.
  • Difusión de rumores y la rápida propagación de información falsa en las redes sociales. (Essalhi and Pinedo2023).

10. Resistencia y Contracultura frente a la Cancelación

En el Perú, y en otros países, han surgido cancelados, ex autores y celebridades en una diversidad de campos de la actividad social, que se han unido críticamente, en fases, frente a la cancelación, bajo diversas formas de resistencia. Cuando menos cuatro formas de resistencia han emergido en el Perú, algunas inicialmente solitarias y vulnerables a la dominación, por lo que resulta imperativo conocer y dialogar con la trayectoria de las compañeras canceladas y sus estrategias de resistencia para fortalecer la lucha contra la cancelación.

 Además, es fundamental analizar el impacto de estas acciones en la sociedad peruana y en la cultura en general. La solidaridad entre los cancelados y la creación de redes de apoyo son clave en este proceso de resistencia y contracultura. y no descuidar la totalidad del ser enfrentado, de reconstruir la subjetividad, ámbito personal y comunitario. Los ejemplos que elijo a continuación deben entenderse como eso, ejemplos, objetos de estudio, lugares propios de acción, También los colectivos sociales excluidos de la vida social han encontrado en la contracultura una forma de resistencia y de expresión ante la cultura de la cancelación. Algunos ejemplos son los siguientes:

  • Comunidades indígenas que han sido marginadas por siglos, luchando por recuperar su identidad histórica, preservar sus tradiciones ancestrales y reclamar sus derechos territoriales.
  • Artistas y activistas que han sido censurados por su arte o sus ideas revolucionarias, utilizando la contracultura como una vía para desafiar al sistema opresor y dar voz a sus luchas y demandas.
  • Grupos LGTBQ+ que han sido discriminados y excluidos de la sociedad por mucho tiempo, encontrando en la contracultura un espacio seguro donde pueden manifestar su identidad, expresarse libremente y luchar por la igualdad de derechos.
  • Movimientos feministas que han sido silenciados y minimizados, utilizan la contracultura para desafiar las normas patriarcales y luchar por la equidad de género, visibilizando las opresiones que sufren las mujeres en todos los ámbitos de la vida.
  • El poeta peruano Renato Aguilar dice: «más allá de/dos con el mismo/hilo en la garganta/una rosa, hermano/un nudo/que ofrece futuros», siendo primordiales en la vida humana. Fortaleciendo el «uno cuyos componentes no son simplemente los esquemas de acción, sino la personalidad juvenil de un joven concreto», aquella que lucha por dejar de ser juvenil.

La contracultura ha brindado a los colectivos sociales excluidos una plataforma para resistir, expresarse y luchar por la justicia social. A través de la contracultura, estos grupos han encontrado un medio para desafiar las injusticias, romper con las estructuras opresivas y construir una sociedad más inclusiva y equitativa. La resistencia a la cultura de la cancelación también se manifiesta en la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la diversidad de opiniones.

La cultura de la cancelación en el Perú, puede ser vista como defensa de un enemigo opresor, cuya resistencia es fugitiva, individualista y aislada», exhiben un supuesto que dista del carácter asumido por muchos enemigos cancelados y de los modos en que en el Perú se está configurando la resistencia. Así, muchos que han sido cancelados, activan redes y comunidades, solidaridades directas, filtradas o de laboratorio, o simple burocratismo, no siempre en solitario, individualista o aislado, se están organizando colectivamente para hacer frente a la cancelación y crear espacios de resistencia y contracultura.

La cancelación puede ser vista como una forma de silenciamiento, pero la resistencia muestra que hay una voz que se niega a ser callada. La solidaridad y la unión son clave en este proceso de lucha contra la cancelación. Movilizan esfuerzos y cooperaciones con potencial de enraizarse, evitando -siendo posible- aislarnos, burocratizarnos o fragmentarnos, eludiendo transformaciones del modo de producción o de los modos de hacer del capitalismo. (Sánchez2023) y (Pizarro, 2022)

11. El Rol de las Instituciones en la Prevención y Mitigación de la Cancelación

Una segunda meta de los actores políticos debería apuntar hacia la construcción de un relato inclusivo que, en este caso, ayudaría a minimizar el impacto de la mentalidad canceladora sobre la cultura y la vida social. Todos ellos, es obvio, deberían coincidir sobre una serie de pilares interculturales básicos. Ambos aspectos suelen ir unidos. La labor de elaboración del relato inclusivo compete a las universidades y a otras instituciones culturales, como los museos, las bibliotecas o los centros culturales, y debería resultar multidisciplinar en la propia naturaleza de la cultura cívica y, por tanto, de la cultura de prevención y mitigación del cancelamiento.

Desde la educación, en la cual los profesores detentan cierta autonomía en la enseñanza, es posible luchar contra la cultura de la cancelación y fomentar el debate abierto y respetuoso en las aulas. Alunas técnicas y estrategia serían:

  • Fomentar la empatía y el diálogo como pilares fundamentales en el proceso de aprendizaje, permitiendo a los estudiantes desarrollar una mayor comprensión y tolerancia hacia diferentes perspectivas y experiencias.
  • Promover activamente la diversidad de opiniones, animando a los alumnos a expresar sus ideas y puntos de vista de manera respetuosa, sin temor a represalias o discriminación.
  • Implementar programas de educación emocional que ayuden a los estudiantes a comprender y gestionar sus emociones de manera saludable en el entorno escolar. Esto les permitirá enfrentar los conflictos de manera constructiva y evitar reacciones impulsivas o agresivas.
  • Trabajar en la resolución de conflictos de manera constructiva, enseñando a los alumnos técnicas de negociación, mediación y respeto mutuo. De esta manera, se fomentará un ambiente de diálogo y soluciones colaborativas, en lugar de confrontaciones y divisiones.

Al implementar estas prácticas en el ámbito educativo, se estará generando un espacio propicio para el intercambio de ideas y opiniones, fortaleciendo así la capacidad de los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo actual de manera respetuosa, crítica y reflexiva. La educación es una herramienta poderosa para combatir la cultura de la cancelación y construir una sociedad más inclusiva y tolerante. Las instituciones educativas deben promover la diversidad y el respeto mutuo entre los estudiantes.

Los líderes políticos tienen un papel importantísimo en la prevención y mitigación de la cancelación. Exige la fijación clara y coherente de una agenda. Una de sus metas fundamentales debe ser la promoción de la concordia y colaboración. Se deberían promover campañas que atenúen o eviten las actitudes y palabras inflamables, e incluso que recompensen las actitudes conciliadoras. Ninguna opción política seria debería apostar por el enfrentamiento y la acusación como estrategias de supervivencia porque las únicas que saldrían perjudicadas son las instituciones democráticas.

Los agentes políticos deberían ser capaces de dialogar y llegar a acuerdos, sobre todo en aquellas cuestiones que a lo mejor se les pueda presuponer una base más sólida, como la educación, la sanidad, el bienestar social, la economía, etc. Además del diálogo posterior a la toma de decisiones, heredado del liberalismo como una de las llaves del funcionamiento de los procedimientos democráticos, deberían promover un proceso previo a la toma de decisiones, como medio para construir puentes y minimizar los efectos de la división de la sociedad (Javier et al.2023) y (Hurtado et al.2023).

12. Conclusiones y Reflexiones Finales

La cancelación motivada política o ideológicamente tiene entre su trama un esquema de economía de las almas, en el único sentido de lucha por la emancipación social. La cancelación cultural ha desatado en el ámbito mundial una discusión profunda en el plano de la moral. A los grandes desafíos del conocimiento están reemplazando, en buena medida, la delación, la chismografía, la agresión o el ataque personal. Todo esto se orienta bajo la lógica del rebaño que busca acomodo y sintonía acrítica en nuestros iguales.

En este sentido, la recta conciencia, como en todos los malentendidos, se opone a la insensatez, desde la que se considera al distinto en otras opiniones y actitudes, como a un maligno. Las lecciones de la historia son claras. Los regímenes democráticos temen la cancelación de los principios de libertad y tolerancia. La acción reside no en la militancia activista sino en el «no» declarado que produce a veces división y otra, guerras.

Es necesario reiterar que la cultura no debe ser abusiva ni destructiva. La cultura del diálogo es imprescindible para resolver diferencias de todo tipo. La cultura de la cancelación se da, generalmente, en órganos autodenominados de élite, cuyos miembros se auto adjudican no solo el derecho a cancelar a las personas, sino también encargarse de escribir y corregir la historia. No se trata de censura, se trata de borrar a alguien del mundo como si no existiera: artículos eliminados de publicaciones previas, investigaciones sustraídas de bases de datos o libros. El fenómeno representa un peligro porque se orienta en contra del principio de autenticidad.

Sin embargo, el pueblo y las personas, no son pasibles de obedecer sin cuestionar. Donde se encuentran existen los resquicios del sistema imperante, en la cual, se puede y debe ejercer la contracultura, usando los sistemas de información en las redes de la prensa alternativa, las ONG,s, las instituciones educativas y los colectivos sociales excluidos. Se puede ejercer el derecho individualmente desde cualquier oposición y estableciendo una plataforma para resistir, expresarse y luchar por la justicia social. A través de la contracultura, estos grupos han encontrado un medio para desafiar las injusticias, romper con las estructuras opresivas y construir una sociedad más inclusiva y equitativa.

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17 de febrero de 2023 16:37 hs – gmt-6. referencia: Nicaragua: cómo han reaccionado los gobiernos de América Latina a los duros castigos a los opositores en la nación centroamericana – BBC News Mundo