ECONOMÍA Y CAMBIO CLIMÁTICO

Alejo Lerzundi Silvera

Alejo Lerzundi Silvera

Master Sciencia en ECONOMIA Y DESARROLLO. IICA-OEA. Ingeniero Agrónomo. Especialista en Desarrollo Rural Sustentable.

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25 de marzo de 2024Abrir lector interactivo

El cambio climático y la economía están intrínsecamente relacionados, ya que las actividades económicas pueden tener un impacto significativo en el medio ambiente, y a su vez, los cambios en el clima pueden afectar la economía global.

El cambio climático representa uno de los desafíos más significativos de nuestro tiempo, afectando no solo al medio ambiente sino también a la economía global. La relación entre la economía y el cambio climático es bidireccional; por un lado, las actividades económicas, especialmente aquellas que involucran la quema de combustibles fósiles y la deforestación, contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero y al calentamiento global. Por otro lado, los efectos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, las olas de calor y los eventos climáticos extremos, tienen el potencial de causar daños económicos.

Los efectos económicos del cambio climático son diversos y significativos. Aquí hay algunos puntos clave basados en la información actual:

●Costos de desastres naturales: Los huracanes Florence y Michael en Estados Unidos, por ejemplo, tuvieron un costo combinado estimado de cerca de 49.000 millones de dólares.

●Pérdida de cosechas: En Sudamérica, el cambio climático ha afectado la producción agrícola, lo que puede llevar a una disminución en la disponibilidad de alimentos y aumentar los precios.

●Olas de calor e incendios forestales: Estos fenómenos pueden aumentar los riesgos para la salud, reducir la productividad laboral y causar daños a la infraestructura.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo el cambio climático puede tener un impacto financiero directo e indirecto en la economía global y local. Es importante considerar estos efectos para planificar y adaptarse a un futuro más sostenible

La tecnología, el financiamiento y las políticas públicas juegan roles cruciales en la mitigación del cambio climático. La innovación tecnológica puede proporcionar nuevas formas de producción y consumo que sean menos dañinas para el medio ambiente. El financiamiento es necesario para apoyar la investigación y el desarrollo de estas tecnologías, así como para ayudar a las economías en transición hacia prácticas más sostenibles. Las políticas públicas pueden incentivar o desincentivar ciertas prácticas económicas y comportamientos de consumo que tienen un impacto en el cambio climático.

El cambio climático desde la perspectiva económica es la paradoja de Jevons, que sugiere que el aumento de la eficiencia energética puede llevar a un incremento en la demanda de energía, en lugar de una disminución. Además, existe la preocupación de que la demanda energética pueda ser tan alta que no sea posible satisfacerla únicamente con fuentes de energía.

Para abordar el cambio climático de manera efectiva, es esencial considerar el papel del consumo y la desigualdad económica. Algunos enfoques proponen evaluar las emisiones basándose en las actividades de consumo y tener en cuenta la desigualdad económica y los patrones de consumo por nivel de ingresos dentro de los países. Esto puede llevar a una reevaluación de los patrones de consumo y la distribución de responsabilidades de mitigación entre países e individuos, abriendo opciones complementarias para el diseño de estrategias y políticas de mitigación.

En conclusión, El estudio del cambio climático desde la economía es complejo y multifacético. Requiere un enfoque holístico que considere tanto la oferta como la demanda, así como la interacción entre tecnología, financiamiento y políticas públicas. Solo a través de un esfuerzo coordinado y global será posible abordar los desafíos que el cambio climático presenta para la economía y la sociedad en su conjunto.