Terminó la Cumbre de las Américas en los EEU, con el bloqueo a tres países (Cuba, Venezuela y Nicaragua). Lo único notable como resultado tangible es el ofrecimiento de Biden, de 400 millones de dólares para evitar las migraciones, (Con mención que incluye a Venezuela, El problema básicamente es de USA, que pasa factura a México). Es una medida electoral, un ofrecimiento, que el próximo presidente no estará obligado a cumplir. En los inicios de su gestión había ofrecido 4 mil millones de dólares con el mismo objetivo, en la feliz creencia de que la miseria y la falta de trabajo en algunos países centroamericanos es la causa principal. 

Según expresión de Marcelo Ebrard, canciller mexicano, de 32 participantes, 20 votaron en contra del bloqueo, 10 se abstuvieron y solamente 2 votaron a favor (En términos futbolísticos es una goleada). El presidente de Argentina, a nombre de los países de la región, dijo, la arquitectura de la OEA está agotada y que el Secretario General de la OEA y sus colaboradores renuncien inmediatamente para dar paso a una reorganización, elegir nuevos miembros y diseñar una estructura acorde a la nueva realidad social y política. Caso contrario, “La nueva etapa” en sus relaciones con la región anunciada por Biden, no será posible.

Para Cuba, la decisión de los EEUU es “discriminatoria e inaceptable”, además de “antidemocrática y arbitraria”, evidencia que “conciben y utilizan este mecanismo de diálogo de alto nivel como instrumento de su sistema hegemónico en el hemisferio”.  A su juicio, “no se puede hablar de Las Américas sin abarcar a todos los países que integran el hemisferio”. El Gobierno cubano denunció asimismo las “presiones inmorales, chantajes, amenazas y sucias maniobras de engaño” que asegura que han sufrido por parte de EE.UU. para buscar la asistencia de algunos países de la región que rechazaban las exclusiones. Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Bolivia, Luis Arce, no asistieron debido a las exclusiones.  Por razones diferentes, tampoco asistieron los presidentes de El Salvador, Uruguay y Chile.

El presidente de México dijo: “Acerca de la Cumbre, informo al pueblo de México que no voy a asistir, va en mi representación y la del gobierno, Marcelo Ebrard. Y no voy a la Cumbre porque no se invita a todos los países de América y yo creo en la necesidad de cambiar la política que se ha venido imponiendo desde hace siglos. La exclusión, el querer dominar sin razón alguna, el no respetar la soberanía de los países, la independencia de cada país”. Por otro lado, la presidenta de Honduras, la izquierdista Xiomara Castro, pidió no excluir a ningún país. Por su parte, la canciller chilena, Antonia Urrejola, recordó que la exclusión en este foro de países como Venezuela, Nicaragua y Cuba “no ha dado resultados”.

La condena de los países, a la exclusión, es solamente un motivo, la gota de agua que rebalsa el vaso.  La cuestión, es la hegemonía de los EEUU en América Latina, su patio trasero, su política exterior no es para promover el desarrollo de la region, la vigencia de los principios democráticos, la gobernabilidad y los derechos humanos, que dicen promover, sino para subyugar a los gobiernos que no considera sus amigos, es el miedo al cuco del comunismo que ya no existe. Estos países son visiblemente los excluidos de la cumbre, pero también gobiernos progresistas que ahora son la mayoría. Ironías contradictorias “El que va por lana, vuelve trasquilado”. Los valores levantados para la exclusión, son las mismas que no se cumplen en el gran país del norte,